
Hui fa 70 anys que va morir assassinat a una presó feixista el gran poeta i pastor oriolà Miguel Hernández. Vos deixem aquest poema seu en homenatge.
Elejía
	Yo quiero ser llorando el hortelano
	de la tierra que ocupas y estercolas,
	compañero del alma, tan temprano.
	Alimentando lluvias, caracolas
	y órganos mi dolor sin instrumento,
	a las desalentadas amapolas
	daré tu corazón por alimento.
	Tanto dolor se agrupa en mi costado
	que por doler me duele hasta el aliento.
	Un manotazo duro, un golpe helado,
	un hachazo invisible y homicida,
	un empujón brutal te ha derribado.
	No hay extensión más grande que mi herida,
	lloro mi desventura y sus conjuntos
	y siento más tu muerte que mi vida.
	Ando sobre rastrojos de difuntos,
	y sin calor de nadie y sin consuelo
	voy de mi corazón a mis asuntos.
	Temprano levantó la muerte el vuelo,
	temprano madrugó la madrugada,
	temprano estás rodando por el suelo.
	No perdono a la muerte enamorada,
	no perdono a la vida desatenta,
	no perdono a la tierra ni a la nada.
	En mis manos levanto una tormenta
	de piedras, rayos y hachas estridentes
	sedienta de catástrofes y hambrienta. 
	Quiero escarbar la tierra con los dientes,
	quiero apartar la tierra parte a parte
	a dentelladas secas y calientes.
	Quiero minar la tierra hasta encontrarte
	y besarte la noble calavera
	y desamordazarte y regresarte.
	Volverás a mi huerto y a mi higuera:
	por los altos andamios de las flores
	pajareará tu alma colmenera
	de angelicales ceras y labores.
	Volverás al arrullo de las rejas
	de los enamorados labradores.
	Alegrarás la sombra de mis cejas,
	y tu sangre se irá a cada lado
	disputando tu novia y las abejas.
	Tu corazón, ya terciopelo ajado,
	llama a un campo de almendras espumosas
	mi avariciosa voz de enamorado.
	A las ladas almas de las rosas
	del almendro de nata te requiero,
	que tenemos que hablar de muchas cosas,
	compañero del alma, compañero.
 
				 
           
           
           
          