El Consejo de Ministros de Agricultura de la UE ha dejado la decisión sobre la autorización o rechazo de la variedad transgénica del maíz bt-11 en poder de la Comisión Europea, al no haber llegado a un acuerdo en Luxemburgo el pasado 26 de abril.
Desde el Ejecutivo comunitario, el comisario David Byrne ha corroborado su apoyo al levantamiento de la moratoria que impide la entrada de OGM en la UE y ha anunciado que espera una decisión favorable del Ejecutivo entre finales de mayo y principios de junio.
Después de un polémico debate, los ministros de Agricultura de la UE rechazaron autorizar la comercialización del maíz transgénico Bt-11 de la firma suiza Syngenta, cuya aprobación hubiera supuesto el fin de la moratoria.
Los líderes de los Quince llegaron a Luxemburgo divididos sobre esta cuestión. La autorización de esta variedad de maíz fue respaldada por Irlanda, Holanda, Reino Unido, Finlandia, Suecia e Italia. En contra votaron Dinamarca, Luxemburgo, Austria, Francia, Portugal y Grecia, mientras que Bélgica, España y Alemania se abstuvieron.
La abstención española supone un cambio en la política de Madrid respecto a esta propuesta, puesto que el antiguo Gobierno del Partido Popular había defendido la autorización de nuevos transgénicos. La nueva ministra española de Agricultura, Elena Espinosa, se abstuvo por considerar que, para aprobar los OGM, hay que dar mayor importancia a los dictámenes científicos y técnicos que a los intereses económicos.
Por otra parte, la falta de decisión ministerial, que abre la vía a la Comisión para levantar la moratoria, ha levantado las críticas de las organizaciones ecologistas. Greenpeace, por ejemplo, ha lamentado que los ministros no bloqueasen la autorización de importación.
Finalmente, el punto de vista de las empresas biotecnológicas es notablemente diferente. El secretario general de la organización EuropaBio -que reúne a las empresas europeas de este sector-, Johan Vanhemelrijck, ha asegurado que la falta de decisión del Consejo no tiene nada que ver con la presión de la industria.
El fin de la moratoria sobre OGM en la UE es una cuestión polémica por varias razones: en primer lugar, porque la opinión pública europea rechaza aún en su mayoría los transgénicos y, en segundo, la presión de Estados Unidos y la Organización Mundial de Comercio (OMC), que llevan tiempo instando a la UE para que dé vía libre a sus OGM, y que hace avivar el recelo de la opinión pública europea, para la que los intereses económicos de las grandes empresas de biotecnología no deben anteponerse a la salud de los ciudadanos ni al medio ambiente.
Marta G. Rivera Ferre, PhD
Alterra Green World Research Institute
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"Spanish Young Researchers fight for better employment conditions"
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