Últimamente vemos en ciertos medios de comunicación valencianos una gran polémica acerca de los trasvases de agua. No hay más que ver al conseller de agricultura, el señor Cotino, bramar a cielo, levantar en pie de guerra a los agricultores y pedir "esa agua que tanta falta le hace al labrador". No sabía yo que el señor Cotino, aparte de su pasión por las urbanizaciones y los campos de golf (preguntad en Lliria y me entenderéis) también se preocupara por los escasos recursos hídricos de la Comunitat.
Para nuestra desgracia, ni el señor Cotino ni nadie del actual gobierno autonómico entiende lo que significa "desarrollo sostenible" o "ciclo del agua" y se dedican a pedigüeñar, como míseros mendigos, agua de otras zonas del pais cuando el verdadero reto es el poder autoabastecernos da nuestra propia agua, ¿se puede hacer ésto? Por supuesto, hasta hace 15 años lo hacíamos sin problemas.
¿Qué ha cambiado en éstos 15 años? Primero explicaré una cosa que el señor Cotino parece ser que ignora: EL CICLO DEL AGUA en la Comunitat Valenciana. Ante todo, diferenciemos entre un litoral seco y uno húmedo, un litoral húmedo se define como tal, cuando la tierra es húmeda y fértil gracias a la vegetación de los cultivos, marjales y bosques que consiguen retener la humedad en el suelo. La brisas del mar pasa por las zonas húmedas y se van cargando por el camino de más agua hasta llegar a las zonas montañosas donde descargan su líquido elemento sobre las cuencas fluviales. Éste fenómeno natural es el mismo que permite la existencia de la Laurisilva de la isla de la Gomera.
El litoral seco se parece al que existe en Almería o parte de Alicante, por ejemplo, una zona desértica sin capacidad de retención hídrica. Cuando la tierra está seca, la brisa húmeda que proviene del mar se va secando conforme llega al interior y no llega descargar agua en las zonas montañosas. Entonces, ¿qué ha ocurrido éstos 15 últimos años? Se han quemado gran parte de las bosques, se han urbanizado sobre terrenos de cultivo y se han aterrado cientos de hectáreas de marjales. Por lo tanto no existe la sequía como tal, sino un mal aprovechamiento del ciclo hídrico del agua. No hay sequía en Alicante simplemente porque en zonas de desertificadas lo que hay es DESIERTO y en el desierto no hay sequías… hay desierto.
Resumiendo, donde hay vegetación (bosques, humedales, cultivos,…), hay agua. Donde hay hormigón y zonas en proceso de desertificación NO hay agua, sólo sequía. Si la sequía se hace crónica, es desierto. Más claro, agua.
¿Posible solución? Desde luego, ir con la pancartita llorando que no tenemos agua… NO, porque siempre dependeremos de los recursos hídricos de otros, con una agua que cada vez es más escasa en toda España. Recuperar los bosques mediterráneos, reactivar los cultivos tradicionales (en especial el arroz), continuar con el regadío a manta (para mantener el nivel de agua freática) y protejer y regenerar las marjales y humedales… SÍ, si queremos ser autosuficientes y no depender de obras faraónicas para que unos señores se llenen los bolsillos.
¿Todo esto porque lo digo yo, que soy muy listo? Pues no, el listo es el señor Millán Millán, director del Centro de Estudios Meteorológicos del Mediterráneo, asesor de la Unión Europea en temas medioambientales y antiguo colaborador del servicio metereológico de los EE.UU. Señor Cotino, si tiene alguna duda, pregúntele a los técnicos y científicos, no a su bolsillo. Y aprenda que el cemento no es la solución a todos nuestros males.