Aquesta carta que reproduïm, és real. L'únic que no posem per preservar la intimitat és el nom del remitent. Es tracta d'un dels adjudicataris d'una parcel·la que l'associació de veïns de Benimaclet està impulsant en un terreny abans d'horta i ara propietat del BBVA que es nega a que es realitze el projecte. (https://perlhorta.info/node/1097)
Llegiu-la. No té pèrdua.
Estimado/a Señor/a: Nos dirigimos a usted como clientes del BBVA, entidad de la que somos accionistas, a parte de tener dos cuentas a nuestro nombre, 2 nóminas domiciliadas, un plan de pensiones, un depósito a plazo, dos Planes Individuales de Ahorro Sistemático, una cuenta de valores, un seguro de vida, una cuenta de reinversión de dividendos y, (aunque pueda parecerle extraño) ninguna hipoteca. Vamos a dar por sentado que ya habrá recibido algún correo similar respecto a la problemática del barrio de Benimaclet en Valencia y a la iniciativa de los huertos urbanos vecinales en terrenos del BBVA. No obstante, permítanos recordarle lo primordial. Dichos terrenos están grafiados en el PGOU dentro de la zona pública que el propietario (actualmente nuestro banco) ha de ceder al Ayuntamiento de Valencia para la realización de un parque. Por tanto, una vez se realice el PAI, estos terrenos tendrán que ser dados al Ayuntamiento de Valencia para construir dicho parque, y a cambio el BBVA recibirá la permuta correspondiente. Quede claro pues, nuestra insistencia en que el BBVA no tiene ningún perjuicio económico, cosa a la que evidentemente, somos muy sensibles los accionistas. Para explicarle correctamente la filosofía de los huertos urbanos, nos permitirá que citemos textualmente el curso de formación ofrecido y financiando por el BBVA en cursos de Verano de la Universidad del País Vasco que llevan por título “Nuevos paisajes urbanos” “El crecimiento continuo de nuestras ciudades hace que vayan incorporando zonas hasta hace poco exteriores que, a menudo, están constituidas por tejidos periféricos utilizados con anterioridad para otros usos. La intervención en estas zonas ha evolucionado desde las posturas iniciales, que eliminaban las preexistencias en su totalidad hasta nuestros días, en que la sensibilidad contemporánea es más proclive a las recuperaciones e integraciones”. Le adjuntamos el link para que pueda interesarse sobre el tema http://www.fbbva.es/TLFU/tlfu/esp/areas/cultura/formacion/cursos/fichacurso/index.jsp?codigo=737 Sin embargo, desde un despacho de Madrid del BBVA nos niegan el acceso precisamente a eso: A un intento, aunque sólo sea temporal, de integrar y recuperar un paisaje que fue nuestro cuando éramos niños. Que fue huerta, que será jardín y que ahora sólo es un montón de escombros arrastrados por la crisis inmobiliaria y que, lamentablemente, parece que estarán mucho tiempo junto a nuestras casas. NO nos cabe ninguna duda, de que la persona que hoy habita ese despacho de Madrid no puso la atención suficiente el día que asistió al referido curso organizado por BBVA. No todo va a ser una queja. Como accionistas, queremos decirle que nos sentimos orgullosos de que dentro de la política de responsabilidad corporativa del BBVA, se financie una investigación que tiene por nombre: “Ecología trófica de camélidos andinos en simpatría con especies domésticas introducidas. Implicaciones para la conservación de los ecosistemas pastoriles altoandinos”. De la que amablemente le paso el enlace por si no tenía conocimiento de tan interesante proyecto. http://www.fbbva.es/TLFU/tlfu/esp/areas/medioamb/investigacion/fichainves/index.jsp?codigo=357. Evidentemente, nada tenemos en contra de los camélidos andinos ni de su ecosistema, pero llama la atención que el BBVA esté perdiendo la oportunidad de colaborar con los vecinos de nuestro barrio, (un barrio con tres sucursales del banco) mientras dispensa un trato preferente a las llamas y las vicuñas. Sirva este ejemplo para ilustrar, aunque sea con humor camélido, y andino si quiere, la contradicción en la vive aparentemente una corporación como la que usted representa. Nosotros sólo queremos influenciar positivamente en el comportamiento ambiental del barrio a través de la comunicación, concienciación y sensibilización sobre la importancia del medio ambiente a través del trabajo de los vecinos en los huertos urbanos. Sólo queremos enseñar, concienciar, sensibilizar y formar a nuestros hijos en materia ambiental, y por supuesto, apoyar a las principales iniciativas de lucha y prevención del cambio climático. Como usted ya habrá imaginado todos estos objetivos son punto por punto los mismos de los cuales el BBVA hace gala en sus objetivos de política medioambiental aprobada por el Comité de Responsabilidad y Reputación Corporativas celebrado el 12-Mayo-2009. Del cual, evidentemente le paso el enlace para que tanto usted como el propietario del despacho de Madrid sepan de su existencia. http://www.bbva.com/TLBB/fbin/PtaMedioAmbiente2_tcm12-195241.pdf Los vecinos no quisiéramos pensar que la política de responsabilidad social de su banco se aplica cuando el objeto de la misma vive en un ignoto valle de América del Sur, pero no cuando estamos hablando facilitar a los ciudadanos una posibilidad que, encima, sólo hubiera ocasionado parabienes promocionales de “responsabilidad social y corporativa” al BBVA. Queremos pensar que sólo es una disfunción típica de las grandes corporaciones y no la política de que los buenos deseos vía web sólo son una pose en la que los accionistas y clientes hemos creído. Supongo que el BBVA aplicará con los vecinos de Benimaclet la política de responsabilidad social y medioambiental de la que hace gala. Le rogamos se tome el máximo interés y haga llegar a la alta dirección del BBVA nuestra protesta y nuestro deseo de acuerdo, el cual obra en poder del Departamento de Urbanismo con las conversaciones mantenidas por el Ayuntamiento de Valencia por la Asociación de Vecinos de Benimaclet (Valencia) y con D. Alejandro Fernández, arquitecto del BBVA. Adelante!!!! No dude de que nuestro deseo es continuar siendo accionistas, a parte de tener dos cuentas a nuestro nombre, 2 nóminas domiciliadas, un plan de pensiones, un depósito a plazo, dos Planes Individuales de Ahorro Sistemático, una cuenta de valores, un seguro de vida, una cuenta de reinversión de dividendos y, (aunque pueda parecerle extraño) ninguna hipoteca. Atentamente.
