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Agricultura

Agricultores por un día

By 20/07/2005gener 6th, 2018No Comments

las provincias 20-7-2005

25 alumnos de la ‘Universitat d’Estiu de l’Horta’ pretenden recuperar una parcela de huerta en Campanar como reivindicación ante la “cimentación” que sufre la ciudad

Sobre las 8.30 de la mañana, unos 25 participantes de la Universitat d’Estiu de l’Horta cargan la furgoneta con azadas y motocultores para dirigirse a la Partida de Dalt, una de las escasas zonas de huerta que todavía perdura en la ciudad, en el barrio de Campanar.

La cita no es casual. Aprovechando las primeras horas de la mañana, los alumnos recrean el sacrificio que supone el trabajo en el campo, a la vez que evitan las horas más calurosas de la mañana.

Su objetivo es una pequeña parcela de huerta, que en un futuro no muy lejano servirá de base de toneladas de hormigón. “Pretendemos recuperar el campo y ponerlo en funcionamiento”, señala Josep Lluis Sánchez, coordinador de las prácticas .

Durante el día de ayer, los alumnos participantes en el segundo día de la Universitat d’Estiu comenzaron a acondicionar parte del terreno, donde empezarán a florecer las primeras matas de tomates, pimientos y calabaceta .

El objetivo de la escuela, iniciada por el colectivo Fem l’Horta hace cuatro años en la pedanía de la Punta, es ofrecer un modelo de gestión de la huerta periurbana ante la amenaza de la cimentación, como denomina uno de los participantes al crecimiento urbanístico del barrio, rebautizado como Nou Campanar: “Esta zona es un pulmón de la ciudad que sirve como freno a la cimentación”, matiza.

25 agricultores
“Es una especie de reivindicación contra la especulación” explica Josep Lluis, mientras mira hacia Campanar, donde los esqueletos de los grandes edificios de nueva construcción empiezan a tomar forma.

En total, 25 alumnos organizados en grupos de ocho personas se afanaban en diferentes labores. Mientras unos cortaban cañas para las tomateras, otros, azada en mano, trabajaban la tierra estableciendo surcos para posteriores plantaciones. “No se cómo se explotará una vez termine la Universitat , pero según experiencias precedentes, supongo que tendrán ilusión en probar lo que ellos mismos han plantado”, señala Josep Lluis.

La vinculación entre huerta y cemento llega a provocar situaciones contradictorias. La pequeña parcela que trabajan los alumnos pertenece a un constructor, que, mientras no se recalifique la zona, permite su explotación, en este caso, por parte de los participantes.

“La verdad es que englobamos a todo tipo de personas, aunque sobre todo responden los jóvenes que tiene un especial interés por la agricultura”, continúa Josep Lluis en referencia al perfil del alumno.

“Esto es una metáfora entre la vida y la muerte”, explica otro de los participantes apoyándose en la azada. “La agricultura y los alimentos representan la vida, mientras que la urbanización y la droga representan, en cierta manera, la muerte”.

Las palabras de este agricultor provisional se refieren al entorno, pues la Partida de Dalt se encuentra ubicada en las inmediaciones del hipermercado de la droga. “Trasladan a los yonkis aquí para degradar la zona y construirla cuanto antes”, explica otro, que pertenece a un pueblo de las inmediaciones de Valencia. “Tú, ¿qué hueles aquí?, espeta a este periodista. “La ciudad huele mal, a gasolina, mientras que esto es naturaleza”, concluye.

La presencia de los toxicómanos no inquieta en absoluto a los agricultores eventuales. De hecho, incluso, les prestan ayuda. “En alguna ocasión se nos ha quedado la furgoneta atascada y han venido a ayudarnos, camellos incluidos”.

Almuerzo y paseo
A medida que se acerca el mediodía, la actividad se detiene por dos razones. El sol empieza a pegar fuerte y, además, llega la hora del almuerzo. Con el beneplácito de los vecinos de una alquería próxima, continúan la jornada agrícola disfrutando de un receso. Las prácticas continúan a partir de las doce, con un paseo por la Partida acompañados del presidente de la asociación de vecinos de Campanar, Eduard Pérez Lluch. Quizá sea una de las pocas oportunidades que tengan para conocer lo que queda de huerta. De momento.